La nuda propiedad de una vivienda implica disponer del derecho de propiedad pero no así el uso y disfrute de la misma. Cada vez es más frecuente que propietarios a partir de los 60 años muestren interés por vender solo la nuda propiedad de la vivienda, conservando el derecho de usufructo:

(PLENO DOMINIO = NUDA PROPIEDAD + USUFRUCTO).

Vender la nuda propiedad únicamente y conservar el usufructo significa que a pesar de no ser ya el dueño de la propiedad sí puedes seguir viviendo en la misma y disfrutar por tanto de ese derecho de por vida o, en casos puntuales, por un tiempo determinado.

En la actualidad y después de unos años muy difíciles marcados por crisis financieras, sanitarias, energéticas e inflacionarias, cada vez más propietarios llegan a la madurez y jubilación con menos recursos económicos y con una pensión limitada que además, se ve mermada por tener que ayudar a la familia. En este contexto, la venta de la nuda propiedad de tu vivienda habitual puede ser una solución muy eficiente, que te permita vivir más holgadamente y disponer de los recursos y la liquidez monetaria que puedas necesitar en esa etapa de tu vida.

Aquí te enumeramos 6 ventajas de vender la nuda propiedad:

Obtener un ingreso inmediato: El propietario puede recibir una suma de dinero en efectivo de la venta de la nuda propiedad, lo que puede ser útil para cubrir necesidades financieras inmediatas, como el pago de deudas o el financiar un proyecto importante.

Alquiler del Usufructo: El usufructo es un derecho real que puede ser alquilado, de tal forma que el ahora usufructuario, si dispone de otra residencia, puede recibir esas rentas que mejoren su pensión.

Reducción de cargas fiscales: Al vender la nuda propiedad, el propietario puede reducir las cargas fiscales asociadas con la propiedad, como el impuesto sobre la renta y el impuesto sobre la propiedad de bienes inmuebles.

Evitar la responsabilidad de mantener la propiedad: Al vender la nuda propiedad, el anterior propietario puede transferir la responsabilidad de mantener la propiedad al nuevo propietario. Esto puede ser especialmente beneficioso si la propiedad o, en su caso, la comunidad de propietarios, necesitase reparaciones costosas o si el anterior propietario no puede permitirse los gastos de mantenimiento a largo plazo.

Protección contra la inflación: La venta de la nuda propiedad puede ser una buena opción para los propietarios mayores que quieren protegerse contra la inflación. La suma de dinero obtenida por la venta de la nuda propiedad puede ser invertida en otros activos que generen ingresos, lo que puede ayudar a mantener el poder adquisitivo del vendedor con el tiempo.

Simplificación de la planificación patrimonial: Al vender la nuda propiedad, el propietario puede simplificar la planificación patrimonial y reducir la carga de sus herederos. En lugar de tener que preocuparse por la gestión de una propiedad después de la muerte del propietario, si por ejemplo los herederos adquieren la nuda propiedad, podrán recibir posteriormente la propiedad plena ya sin la carga del usufructo del vendedor.