Como bien es sabido, desde que comenzó la crisis inmobiliaria, que en gran medida ellos han provocado, los bancos y cajas se están adjudicando una gran cantidad de inmuebles. A nadie le resulta extraño que esta bolsa inmobiliaria se ha generado por inmuebles no vendidos de empresas promotoras insolventes y por viviendas de familias que no pueden hacer frente a los pagos.
En el caso de las promotoras, la mayoría de esos inmuebles, aunque es cierto que no todos, además son restos de promociones, últimas viviendas que no se han vendido bien por ser las más caras o las menos apetecibles. Y en el caso de los particulares, por un lado están las viviendas habituales cuyos propietarios, quizás ahora con problemas laborales, no pueden hacer frente a los pagos de la hipoteca y por otro las típicas viviendas de la costa que tanto nos gustaba comprar, no sabemos muy bien por qué, pero desde luego no por razones de un concienzudo análisis económico-financiero.
Este impresionante paquete de viviendas es el que los bancos han insertado en sus incipientes páginas Web. Páginas por otro lado no demasiado bien construidas, con filtros deficientes, poca información y dudosa actualización. Y si se te ocurre buscar en el municipio concreto de tu interés, con suerte encontrarás 5 ó 6 viviendas, y digo con suerte porque en muchas importantes poblaciones de más de 100.000 habitantes no hay un solo inmueble en venta.
Ahora que siempre queda la opción de llamar por teléfono para pedir más información de una determinada vivienda, en este caso te respondera la llamada una operadora que por supuesto no conoce la vivienda de tu interés y que se limitará a tomar nota con la idea de devolverte la llamada más tarde, más tarde que pueden ser 3 ó 4 días y cuando te llaman la información que te dan es la que consigue uno mismo cuando mira la ficha en Internet, vamos que si quieres mejor ve a ver la vivienda y si te gusta te la compras porque nadie te la va a vender. Ah! eso si, si firmas la hipoteca con el banco propietario de la vivienda igual te bajan un 5% el precio publicado que por cierto tampoco es para provocar taquicardias, salvo que se trate de determinadas infra-viviendas. IM-PREZIONANTE.
Si esa es la competencia que nos van a hacer los bancos a los profesionales de la intermediación…en adelante dormiré más tranquilo y creo que mis clientes también.
Me atrevo a decir que el futuro de estas nuevas áreas de negocio será efímero, salvo que se apoyen en auténticos profesionales que conozcan los barrios, las viviendas, los precios y, lo que es más importante, tengan una cartera de compradores bien gestionada.