El factor principal para evitar el embargo de una vivienda es ser previsor. Si te has quedado en paro, no lo agotes antes de tomar medidas, puede ser demasiado tarde. Si sospechas que se avecina una época negativa en términos económicos, siempre puedes optar por alquilar temporalmente la vivienda, o compartirla, en caso de que estas opciones sean viables según tu situación.
Negociar con el banco un plazo de carencia, alargar o renegociar la hipoteca con el fin de bajar la cuota. Si a parte de la hipoteca, tienes otros préstamos, puedes unificarlos para pagar una cuota mensual más baja.
Cambiar de banco la hipoteca con el fin de pagar menos intereses. Algunos bancos han comenzado a ofertar hipotecas competitivas con intereses moderados. Compara entre diferentes hipotecas, el ahorro anual puede ser considerable.
Otra opción que se puede contemplar es vender la casa, no esperes hasta el último momento, o el precio que conseguirás por la venta será inferior al deseado.
Antes de que empiece el proceso de embargo puedes abonar las cantidades pendientes o negociar con tu entidad el pago de las mismas.
Cada banco se rige por diferentes normas, pero en todo caso la comunicación es el factor principal para evitar un embargo.